lunes, 30 de noviembre de 2009

Sociedad - Economía Sostenible

En un mundo donde el 20% de la población consume el 80% de los recursos, donde se permite la libre circulación de dinero y recursos naturales pero se pone mil trabas a la libre circulación de personas, los ricos les dicen a los pobres que no pueden comprarse un coche porque contamina. ¿pero es que nos hemos vuelto locos?

Si queremos un cambio, y garantizar a las generaciones futuras una calidad de vida alta, debemos de buscar ese cambio en nosotros mismos. Tenemos que buscar urgentemente un equilibrio entre producción y consumo, aceptar de una vez por todas que vivimos en un planeta donde los recursos naturales son finitos. No podemos ir siempre a lo barato, dejarnos arrastar por los deseos infinitos de la publicidad. Tenemos que pensar y buscar lo mejor para un nosotros, ayudando, encontrando aquellos de mayor eficiencia energética o más reciclables y sobre todo aprendiendo que la felicidad no se compra por mucho que nos bombarden con marketing de última generación.

Supone un gran esfuerzo diario, pero tenemos que aprender a ver las gratificaciones que proporciona minimizar nuestra contaminación y el daño que causamos a la tierra, en un lugar que en definitiva solo estamos de paso.

La hipótesis de la eficiencia del mercado, repetida innumerables veces por los defensores del neoliberalismo a resultado ser una gran mentira y mientras nuestros máximos representantes se gastan ingentes cantidades de dinero público en estabilizar el mercado nada parece cambiar. No tengo la menor duda de que el cambio vendrá de abajo, de la gente y cuando más tarde en llegar más violento será.

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