martes, 29 de octubre de 2013

Los invisibles



Los vemos a diario, en las calles, en el metro, en los soportales, caminando o sentados en una esquina con un pequeño vasito o a veces con un cartel mal escrito... son los mendigos de las ciudades. Es triste pero nos hemos acostumbrado a verlos y ya nos parece normal que junto a farolas, papeleras y aceras haya seres humanos viviendo en la calle. Somos capaces de ver a una persona buscando comida en la basura y no decirle nada ... simplemente no existe, aunque los tengamos justo enfrente de nosotros. 

Nuestros miedos nos impiden hablar con ellos, preguntarles, ayudarles, incluso mirarles a la cara. Ni siquiera le damos unas monedas porque una gran desconfianza inhunda nuestras mentes.Para mi lo más duro es la indiferencia con la que diariamente los tratamos, es como si millones de ojos no los vieran, como si no existieran y fueran invisibles. Cuando te cruzas con uno de ellos, la razón se quedase bloqueada y no la permitimos que piense, tenemos demasiada prisa, demasiados problemas para pararnos 5 minutos y preguntar. Somos capaces de autojustificar lo injustificable ... cuando a poco que hagamos, ayudemos, compartamos ... la felicidad conseguida será inmensa.