domingo, 4 de noviembre de 2007

Filosofía - Vicente Verdu

En su obra "Yo y tu objetos de lujo" plantea algunos puntos interesantes:

Reflexiona sobre los valores de las nueva generaciones y se plantea si "los ilustrados" los que lee y saben de lo clásico y critican hasta la saciedad los jobbies de los jóvenes en el modelo social actual, no estén ofuscados y lo que llaman descomposición no fuera en realidad un panorama distinto que los propios ilustrados no alcanzan a ver. En este sentido las horrendas películas llenas de efectos especiales no son consecuencia directa de que "no saben nada" sino de que saben algo que los adultos no llegaremos a saber jamás.

Vivimos en una sociedad donde lo importante del sujeto es la interconexión, no los compromisos fuertes ni permanentes, la vida desmerece si no se comparte y por lo tanto no cristalizamos como seres reales sino a través de fundirnos como objeto en la contemplación de los demás. Expone la teoría de los siete contactos de Milgram para presentar un mundo súper conectado.

La distinción de las marcas ha virado al mundo emocional. Nos encontramos en una acción productiva continua tanto, cuando esta trabajando, como cuando esta comprando y por otro lado necesitamos el cambio una vida de continuos cambios. Esto hace que dentro de la pareja se nos empuje al cambio y valoremos las virtudes y defectos de la persona con la que convivimos como un objeto más.

El endeudamiento crece imparable, compramos compulsivamente para llegar un vacío ¿no estaremos viviendo por encima de nuestras posibilidades? ¿Qué clase de superoferta nos ha preparado el capitalismo de ficción para hacernos eternamente felices?, como decía Freud después del goza de la niñez. ¿Qué podrá satisfacerlo en la madurez?

Consumir a solas nos culpabiliza, pero el consumismo es un extraño colectivismo, cuando queremos, cuando lo necesitamos vemos las calamidades del mundo televisadas y nos excita a la vez nos calma, nos quita confort superficial, nos provoca malestar y nos reintegra a la vez bienestar.

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