miércoles, 14 de abril de 2010

Sociedad - Cristina Martin

El mundo necesita hacer una profunda reflexión cuando una niña de 13 años es asesinada por otra de 14 años, porque al parecer había adjuntado como amigo en la red social a su novio. Sería un error no darle importancia y pensar que es un hecho aislado, porque esta terrorifica noticia nos confirma que algo no va bien en la sociedad actual.

Niñas normales, que viven en familias con recursos, llegan a tener una percepción tan distorsinada de la realidad que se dejan llevar por el odio y los celos y matan a una persona, sin arrepentimiento, sin sentimientos, rechazando la humanidad de la cual forman parte.

En una sociedad llena de videojuegos de guerra, películas violentas, de valores impuestos por una televisión controlada por las marcas comerciales que 24 horas al día nos hablan de nuestro objetivo en la vida es destacar sobre los demás y ser diferente, donde no vemos a nuestros padres porque trabajan hasta el anochecer, es cosa de tiempo que la profunda soledad de los más jovenes termine por explotar en forma de tragedia.
Esta demostrado que la violencia en lo jovenes se esta incrementando año tras año y yo me pregunto ¿acaso la perdida de una vida no merece un cambio, una reflexión? O nos conformamos con que la asesina sea condenada sin compasión y cumpla hasta el último día de condena. El daño causado es irreparable, la prevención y protección social ha fallado estrepitosamente, las cosas se pueden cambiar, pero para cambiar es necesario querer hacerlo.

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