domingo, 4 de enero de 2009

Sociedad – Los impensables


Cada día miles de noticias se publican en los diferentes medios de comunicación, contemplamos un atraco a un banco, una tragedia de violencia de género, noticias económicas, discursos políticos, presenciamos los efectos devastadores de un huracán o una crisis alimentaria en África. Nadamos desorientados en un mar de noticias, que contemplamos diariamente mientras desayunamos, en el trabajo o cuando regresamos cansados a casa.

Hemos aprendido o nos han enseñado a ser espectadores de la noticia, no podemos actuar, ni pensar solo contemplar y comentar la tragedia para rápidamente olvidar. Es como si viéramos una película que está basada en hechos reales, sabes que ha pasado o está pasando pero no puedes hacer nada salvo ser testigo mudo de los hechos.

Cuando vemos las duras imágenes de la guerra, con padres con niños sangrando en brazos sin lugar a dudas sufrimos, pero segundos después lo situamos lejos de nosotros, en un lugar donde no podemos hacer nada y sencillamente lo dejamos caer en el olvido mientras nos cuentan la siguiente noticia. La conciencia lucha por hacerse oír y no permitir tanto sufrimiento, pero las preocupaciones diarias y las miles de noticias consiguen que nuestro consentimiento silencioso y anónimo.
Más cercanos tenemos a los mendigos que habitan las ciudades, gente que se ve empujada a la calle y que se hacen invisibles al resto de la sociedad. No pensamos en la tragedia que le hizo llegar a esta situación, en su nombre, en aportar una solución a su situación ... simplemente no pensamos, ni siquiera los vemos, sin darnos cuenta que el hombre es un ser social que necesita ser reconocido por los demás como asegura Tzvetan Todorov es su libro "La vida en Común".

Son los impensables, personas que sufren y ante las cuales nos creemos que no podemos hacer nada, personas condenadas al olvido que se ven sustituidas por los problemas personales del día a día. Las olvidamos para no sufrir, sin pensar en una solución a sus problemas porque nos llevarían a compromisos que la conciencia no permitiría que dejásemos sin realizar.


"Ante la injusticia es importante que alcemos nuestra voz, porque el silencio nos hace complices."

No hay comentarios: