En estas fusiones se suelen perder muchos empleos localmente y la tendencia de muchas corporaciones multinacionales es el moverse desde sus países de origen en el "primer mundo" hacia el "tercer mundo" en donde pueden pagar salarios muchos menores, con una menor regulación social. Incluso Klein sugiere que la relación entre mayor beneficio empresarial y mayor cantidad de empleo se esta suprimiendo poco a poco. Este sistema se ve alimentado por trabajadores jóvenes con trabajos cada vez más precarios y exigentes, que se despiertan todos los días llenos de esperanza por un futuro mejor.
Los individuos cada día se ven más apartados del laberinto de acrónimos y de acuerdos centralizados y secretos que es el comercio mundial, con siglas como TLC, GATT, APEC, OMC, AMI, UE, FMI, G8, OCDE y más objetos de un marketing agresivo que se acepta pasivamente y cuyo flujo unidireccional. Asistimos a una perdida de espacios que se produce dentro de la persona, ya no es una colonización del espacio físico, sino del mental. Porque los espacios físicos son propiedad de la publicidad que en Estados Unidos no ha respetado ni los colegios como demuestran los innumerables ejemplos que describe Klein.
El libro termina analizando algunos movimientos espontáneos que se han producido alrededor del mundo y que se han rebelado contra la invasión de las marcas y la publicidad en el espacio publico. La contra publicidad, los antiglobalización, los critical mass, el caso de McLibel, el subcomandante Marcos, Adbusters o los Premios Sombra que aunque no viene en el libro, es una pequeña aportación a la causa.
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