Vivimos en una sociedad movida por el egoísmo y la ambición, donde todo el mundo convencido y empujado por la poderosa publicidad quiere tener lo mejor al precio que sea. Por otro lado, el miedo a un futuro incierto, introduce al hombre en una espiral de necesidad sin sentido que no parece tener fin, pero realmente ¿que necesito para ser feliz?.
El abrazo de un hermano, la risa de un amigo, el beso de una madre, disfrutar de un atardecer o de un cielo estrellado... son momentos que seguro hemos compartido y nos han llenado de felicidad. La pregunta entonces que debemos hacernos es: ¿deseamos tener o deseamos ser?.
Quizás una de las tareas más importantes de esta vida, es la de ayudar a nuestros hijos a crecer. Es una tarea que supone mucho esfuerzo y dedicación pero que esta llena de felicidad. ¿por que no extenderla esta experiencia a otras personas? ¿por que no ayudar con nuestra experiencia a conseguir cosas a los demás?
sábado, 23 de febrero de 2013
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