
El verano que pase en Navarra, conocí una montaña especial a la que todo el mundo llama "El Ori", quizas fue por ser el primer pico de 2000 metros del Pirineo Occidental o esa forma puntiaguda sin arboles ni arbustos.El caso es que algo me impulso a salir de madrugada en medio de una noche fria a encontrarme con esta montaña.
Deje el coche lo más alto que pude, cerca de un pequeño tunel y sin apenas luz comence a ascender como pude. En pocos minutos se gana bastante altura y al llegar a la arista, te sorprende un cielo azul sobre cientos de montañas, un paisaje pañado por unsol de amanecer debil que te deja con la boca abierta.
El camino hacia la cumbre se suaviza y aunque es estrecho no tiene perdida. Al llegar al geodesico una luz naranja lo inunda todo, las montañas, la selva de Irati, la meseta. De mi pequeña mochila saco algo de comida para desayunar y disfruto de un momento mágico e irrepetible, lleno de felicidad.
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