Siguiendo la obra de Baltasar Gracián, Paco Muro nos ofrece algunos consejos para tomar decisiones coherentes en un libro novelado donde con pocas palabras se dice mucho y que te obliga a la reflexión.
El autor nos habla de la importancia del callar y escuchar, de enfocar nuestro trabajo a servir a los demás y crear equipo, un equipo en continua evolución que cambie y se adapte a su entorno como lo hace el agua. El responsable debe velar por el equipo, detectando minadores o personas dañinas, planteando objetivos PAG óptimos y buscando la proactividad higiénica.
En la parte final numera 7 pergaminos, con sabios consejos que todos deberíamos memorizar y recordar a diario: Decidir sin cesar, el peligro de la indecisión, coherencia y consecuencia, cuando la valentía es virtud, el valor de los errores, probar para cambiar, el líder ante el cambio, sabotear el camino, optar por el atrevimiento/La infalibilidad de la dirección, el listón del directivo, comunicar los logros, reconocer los errores, asumir los sin sabores del cargo, hacer que el equipo triunfe/El arte de saber comunicar, el cuidado de los detalles es una virtud, saber estar, saber decir NO, saber parar y templar, saber influir/Ser prudente con el futuro, mejor hacer que prometer, cuidado con las promesas, cumplir compromisos, el valor de los escrito, el arte de la humildad/la importancia de lo importante, la trampa de las urgencias, lo complejo: secuencia de pasos simples, sencillez, planificación y control, todo un arte, el poder de la escritura, el peso de la información, claridad y brevedad, empezar, siempre ahora/claridad de ideas, calma y prudencia, el arte de la objetivación, los peligros de las pasiones, el silencio, hacer participar/la tarea del jefe, admirar, otra forma de motivar ser generoso, saber delegar, claves para un buen equipo, los mejores profesionales, la diversidad inteligente, el equilibrio del liderazgo.
Un libro interesante que termina nombrando uno de los pilares de mi pensamiento.
“Esperar la ocasión propicia es una de las trampas habituales, pues el momento óptimo para acometer las cosas sencillas y valiosas de la vida no llega nunca, el momento ideal para actuar es siempre el AHORA”.
sábado, 24 de abril de 2010
miércoles, 14 de abril de 2010
Sociedad - Cristina Martin
El mundo necesita hacer una profunda reflexión cuando una niña de 13 años es asesinada por otra de 14 años, porque al parecer había adjuntado como amigo en la red social a su novio. Sería un error no darle importancia y pensar que es un hecho aislado, porque esta terrorifica noticia nos confirma que algo no va bien en la sociedad actual.
Niñas normales, que viven en familias con recursos, llegan a tener una percepción tan distorsinada de la realidad que se dejan llevar por el odio y los celos y matan a una persona, sin arrepentimiento, sin sentimientos, rechazando la humanidad de la cual forman parte.
En una sociedad llena de videojuegos de guerra, películas violentas, de valores impuestos por una televisión controlada por las marcas comerciales que 24 horas al día nos hablan de nuestro objetivo en la vida es destacar sobre los demás y ser diferente, donde no vemos a nuestros padres porque trabajan hasta el anochecer, es cosa de tiempo que la profunda soledad de los más jovenes termine por explotar en forma de tragedia.
Esta demostrado que la violencia en lo jovenes se esta incrementando año tras año y yo me pregunto ¿acaso la perdida de una vida no merece un cambio, una reflexión? O nos conformamos con que la asesina sea condenada sin compasión y cumpla hasta el último día de condena. El daño causado es irreparable, la prevención y protección social ha fallado estrepitosamente, las cosas se pueden cambiar, pero para cambiar es necesario querer hacerlo.
domingo, 4 de abril de 2010
Caliente plana y abarrotada. Thomas L. Friedman
Despues de su conocido libro “La tierra es plana” Thomas L.Friedman nos describe en “Caliente plana y abarrotada” el gran reto al que nos enfrentamos, al que considera “el mayor problema al que la humanidad se haya enfrentado”. El incremento del CO2, la extinción de especies, la explosión demográfica,… en una tierra que es finita en recursos nos obliga a una revolución verde que ya no tiene que ver con las generaciones futuras sino con el presente. Friedman además de describirnos los problemas y retos más importantantes, tambien nos ofrece algunas soluciones.
La Comisión Brundtland de Naciones Unidas, Protocolo de Montreal, Conferencia sobre Medio Ambiente y Desarrollo de Rio, Agenda 21, Protocolo de Kioto, Cumbre de Copenhague, y tanto otros acuerdos se han quedado en una simple declaración de intenciones, donde se confirma la delicada situación del planeta, pero donde no se adoptan las acciones imperativas para el necesario cambio a un modelo de vida sostenible.
Friedman plantea el cambio como una gran oportunidad de hacer negocio, y EEUU debe quite la careta y no tratar de parecer verde, sino actuar y ser verde. Liderar un cambio donde la eficiencia energética y las nuevas formas de obtención de energía abran el camino a una autentica revolución verde, que según el autor ya ha comenzado en otros paises.
No podemos generar tantos residuos, no podemos vivir en el exceso y encima exigir a los paises en desarrollo que pagen la cuenta. En los procesos industriales se debe de considerar el coste de la contaminación que se genera y el consumidor debe ser consciente de ellos. Se deben de trabajar con materiales que puedan ser reciclabes o totalmente reutilizables. Las generalizadas subenciones de la energía que hacen los diferentes paises mantienen artificialmente los precios bajos y la demanda alta en un modelo claramente insostenible, que persigue un mayor consumo y no una utilización más racional de los recursos.
Hasta la fecha se ha actuado siempre sobre la oferta y ahora la solución al problema energético pasa por actuar en la demanda. El autor nos habla de un sistema de electrodomésticos interconectado que se activan parcialmente o totalmente atendiendo a las tarifas online de energía. Un futuro donde el precio más alto lo page el menos eficiente y el más bajo lo page el más eficiente y donde el ciudadano sepa diferenciar en su tarifa los distintos tipos de energía, permitiendole incluso la venta del exceso de energía generado o no utilizado.
Friedman envidia la capacidad que tiene China de aborar rapidamente el cambio,(de hacer caso omiso a la industria tradicional, a los intereses, a los obtaculos burocraticos, al miedo a una posible derrota electoral) y por otro lado valora la libertad de expresión que hay en EEUU para que una vez dictadas las leyes la gente denuncie su incumplimiento.
Un libro interesante, aunque en algunos momentos se hace un poco denso y repetitivo.
La Comisión Brundtland de Naciones Unidas, Protocolo de Montreal, Conferencia sobre Medio Ambiente y Desarrollo de Rio, Agenda 21, Protocolo de Kioto, Cumbre de Copenhague, y tanto otros acuerdos se han quedado en una simple declaración de intenciones, donde se confirma la delicada situación del planeta, pero donde no se adoptan las acciones imperativas para el necesario cambio a un modelo de vida sostenible.
Friedman plantea el cambio como una gran oportunidad de hacer negocio, y EEUU debe quite la careta y no tratar de parecer verde, sino actuar y ser verde. Liderar un cambio donde la eficiencia energética y las nuevas formas de obtención de energía abran el camino a una autentica revolución verde, que según el autor ya ha comenzado en otros paises.
No podemos generar tantos residuos, no podemos vivir en el exceso y encima exigir a los paises en desarrollo que pagen la cuenta. En los procesos industriales se debe de considerar el coste de la contaminación que se genera y el consumidor debe ser consciente de ellos. Se deben de trabajar con materiales que puedan ser reciclabes o totalmente reutilizables. Las generalizadas subenciones de la energía que hacen los diferentes paises mantienen artificialmente los precios bajos y la demanda alta en un modelo claramente insostenible, que persigue un mayor consumo y no una utilización más racional de los recursos.
Hasta la fecha se ha actuado siempre sobre la oferta y ahora la solución al problema energético pasa por actuar en la demanda. El autor nos habla de un sistema de electrodomésticos interconectado que se activan parcialmente o totalmente atendiendo a las tarifas online de energía. Un futuro donde el precio más alto lo page el menos eficiente y el más bajo lo page el más eficiente y donde el ciudadano sepa diferenciar en su tarifa los distintos tipos de energía, permitiendole incluso la venta del exceso de energía generado o no utilizado.
Friedman envidia la capacidad que tiene China de aborar rapidamente el cambio,(de hacer caso omiso a la industria tradicional, a los intereses, a los obtaculos burocraticos, al miedo a una posible derrota electoral) y por otro lado valora la libertad de expresión que hay en EEUU para que una vez dictadas las leyes la gente denuncie su incumplimiento.
Un libro interesante, aunque en algunos momentos se hace un poco denso y repetitivo.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)