Entendemos por información un conjunto organizado de datos, que constituyen un mensaje sobre un determinado ente o fenómeno. De esta manera, si por ejemplo organizamos datos sobre un país (número de habitantes, densidad de población, nombre del presidente, etc.) y escribimos por ejemplo, el capítulo de un libro, podemos decir que ese capítulo constituye información sobre ese país. Cuando tenemos que resolver un determinado problema o tenemos que tomar una decisión, empleamos diversas fuentes de información y construimos lo que en general se denomina conocimiento que permite la resolución de problemas o la toma de decisiones.
De la definición anterior podemos concluir que el ser humano que dispone de una información de mayor calidad, puede resolver o decidir con un mayor grado de efectividad, que en términos económicos puede traducirse en una disminución del coste o un incremento de los beneficios. Quien no ha oír alguna vez la frase: "la información vale oro", aludiendo a ese valor económico que se puede materializar haciendo uso de la información, por ejemplo cuando conocemos una buena oferta de un producto, o ahorramos tiempo y esfuerzo al conocer el horario de un autobús o cualquier otro medio de trasporte. Al final toda nuestra existencia la pasamos tomando decisiones que a su vez implican invertir tiempo en conseguir información que nos ayuda a elegir correctamente aquello que más nos interesa.
Mediante el boom de la tecnología y el crecimiento de las computadoras como elemento procesadores de información las velocidades han pasado a ser otras. La información sumada al avance de la revolución tecnológica ha producido enormes cambios en la sociedad y en las políticas empresarias, incluso hablamos de la sociedad actual como “sociedad de la información”. Pero no hay que confundirse, la información es la base y la tecnología es el medio para procesar toda la información.
Hace unos años, el reto era mantenerse informado, al día con las novedades de la tecnología y las noticias mundiales. Hoy en día, con un mundo de información al alcance de nuestros dedos, con unos cuantos clicks del mouse, el reto es no ahogarse en cientos de páginas de información. Al final la información tiende a producir una saturación que perjudicar la toma de decisiones y puede llevarnos a cometer errores. Desde luego que el nivel de saturación depende de cada individuo, de su capacidad para procesar y asimilar información, pero siempre tiene un límite y en ningún caso es comparable con la velocidad y capacidad de proceso que tienen actualmente las máquinas. Por otro lado la omisión de información, es decir no considerar u omitir cierta información puede llevarnos a tomar decisiones equivocadas, lo que implica que nos interesa toda la información referente, siendo esta tarea en muchos casos imposible de realizar.
Como primera conclusión podemos decir que la búsqueda de información es muy importante y que debemos optimizar el proceso de obtención, filtrado, clasificación y proceso para tener criterio y tomar una decisión acertada.
De la definición anterior podemos concluir que el ser humano que dispone de una información de mayor calidad, puede resolver o decidir con un mayor grado de efectividad, que en términos económicos puede traducirse en una disminución del coste o un incremento de los beneficios. Quien no ha oír alguna vez la frase: "la información vale oro", aludiendo a ese valor económico que se puede materializar haciendo uso de la información, por ejemplo cuando conocemos una buena oferta de un producto, o ahorramos tiempo y esfuerzo al conocer el horario de un autobús o cualquier otro medio de trasporte. Al final toda nuestra existencia la pasamos tomando decisiones que a su vez implican invertir tiempo en conseguir información que nos ayuda a elegir correctamente aquello que más nos interesa.
Mediante el boom de la tecnología y el crecimiento de las computadoras como elemento procesadores de información las velocidades han pasado a ser otras. La información sumada al avance de la revolución tecnológica ha producido enormes cambios en la sociedad y en las políticas empresarias, incluso hablamos de la sociedad actual como “sociedad de la información”. Pero no hay que confundirse, la información es la base y la tecnología es el medio para procesar toda la información.
Hace unos años, el reto era mantenerse informado, al día con las novedades de la tecnología y las noticias mundiales. Hoy en día, con un mundo de información al alcance de nuestros dedos, con unos cuantos clicks del mouse, el reto es no ahogarse en cientos de páginas de información. Al final la información tiende a producir una saturación que perjudicar la toma de decisiones y puede llevarnos a cometer errores. Desde luego que el nivel de saturación depende de cada individuo, de su capacidad para procesar y asimilar información, pero siempre tiene un límite y en ningún caso es comparable con la velocidad y capacidad de proceso que tienen actualmente las máquinas. Por otro lado la omisión de información, es decir no considerar u omitir cierta información puede llevarnos a tomar decisiones equivocadas, lo que implica que nos interesa toda la información referente, siendo esta tarea en muchos casos imposible de realizar.
Como primera conclusión podemos decir que la búsqueda de información es muy importante y que debemos optimizar el proceso de obtención, filtrado, clasificación y proceso para tener criterio y tomar una decisión acertada.